En Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías
En Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías. Esta disparidad en la oferta de servicios asistenciales para personas mayores y niños pequeños plantea importantes interrogantes sobre las prioridades de las autoridades en materia de bienestar social. Demostrando la necesidad de políticas que fomenten un equilibrio en la atención a diferentes grupos de edad.
Este fenómeno ha generado una creciente demanda de servicios para personas mayores, como residencias de mayores, centros de día y atención domiciliaria. Sin embargo, esta tendencia también plantea desafíos en términos de la sostenibilidad de los sistemas de atención a la dependencia y la calidad de vida de los mayores.
Datos del estudio sobre residencias de ancianos y guarderías en Euskadi
Al igual que en muchas otras regiones de España y del mundo, en Euskadi la población está envejeciendo a un ritmo acelerado debido al aumento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad. La sociedad vasca se encuentra envejeciendo rápidamente, con un descenso marcado en los índices de natalidad y un crecimiento constante en el número de personas mayores. Según el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT). Por eso en Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías, evidenciando la magnitud del problema. Desde 2012, los nacimientos han caído un 30%, y las proyecciones indican que para los próximos quince años, el 31% de la población será mayor de 65 años.
Según un estudio reciente sobre equipamientos y servicios, se ha descubierto que en la actualidad solo hay 39 guarderías en todo el País Vasco. En contraste con las 382 residencias de ancianos que se mencionan en el informe. A pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para impulsar políticas de apoyo a la familia y revertir la disminución de la natalidad, los indicadores siguen disminuyendo.
1.- Conciliación familiar
El año pasado, en Euskadi, nacieron alrededor de 13.000 niños y niñas, una cifra muy inferior a los más de 19.000 que nacieron en 2013. El envejecimiento de la población ha generado una mayor demanda de servicios asistenciales, residenciales y sanitarios, los cuales han experimentado un notable aumento. Por eso en Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías.
Esta baja tasa de natalidad también ha impactado en el sistema educativo, provocando el cierre de aulas en los niveles iniciales de la educación. Hace poco más de diez años, la educación primaria en Euskadi tenía 96.700 alumnos, mientras que en la actualidad apenas llega a los 70.000 matriculados. Lo que representa una pérdida de 20.000 alumnos en poco más de una década.
Por otro lado, la falta de guarderías y centros de educación infantil en Euskadi refleja la escasez de políticas que fomenten la conciliación entre la vida laboral y familiar. Así como la necesidad de invertir en el bienestar y el desarrollo de los niños desde edades tempranas. La falta de plazas en las guarderías también tiene un impacto negativo en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Ya que muchas madres se ven obligadas a renunciar a sus carreras profesionales para cuidar de sus hijos.
2.- Abordar el problema
Esta situación pone de manifiesto la necesidad de abordar de manera integral las necesidades de diferentes grupos de edad en la sociedad. Garantizando un acceso equitativo a servicios de calidad para todas las personas, independientemente de su edad. La atención a la dependencia y la educación infantil son dos áreas fundamentales para el desarrollo humano y social. Por lo que es imprescindible que las autoridades tomen medidas para garantizar que todas las personas puedan acceder a estos servicios de manera equitativa y sin discriminación. Y así evitar que en Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías.
Además, la disparidad entre el número de residencias de ancianos y guarderías también refleja la falta de prioridad dada a la infancia en la sociedad actual. A menudo, los niños son considerados como una responsabilidad exclusiva de las familias, sin que se reconozca la importancia de invertir en su educación y cuidado. Esto puede tener importantes consecuencias a largo plazo en términos de desigualdad social, exclusión y falta de oportunidades para los más jóvenes.
3.- Medidas que deberían tomarse
Para abordar esta situación, es necesario que las autoridades en Euskadi y en el resto de España desarrollen políticas integrales que promuevan el bienestar de todas las personas, independientemente de su edad. Esto incluye la creación de un sistema de cuidados y educación infantil público y de calidad. Que garantice el acceso de todos los niños a una educación temprana y de calidad. También es fundamental promover la conciliación de la vida laboral y familiar, para que las familias puedan cuidar de sus hijos y mayores de manera equilibrada.
En términos de la atención a las personas mayores, es necesario garantizar la sostenibilidad de los sistemas de cuidados a la dependencia. Así como promover la calidad de vida y el bienestar de los mayores. Esto incluye la mejora de la atención residencial y domiciliaria, así como la promoción de iniciativas que fomenten la participación social y el envejecimiento activo.
Conclusión
En resumen, en Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías. Y la disparidad entre el número de residencias de ancianos y guarderías es un reflejo de las prioridades actuales en materia de bienestar social. Demostrando la necesidad de políticas que promuevan un equilibrio en la atención a diferentes grupos de edad. Es fundamental que las autoridades tomen medidas para garantizar un acceso equitativo a servicios de calidad para todas las personas. Independientemente de su edad, y promover el desarrollo integral y el bienestar de la sociedad en su conjunto.