¿Cómo es el comportamiento de una persona con Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta principalmente a las personas mayores, aunque también puede aparecer en edades más tempranas. Se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria y otras funciones cognitivas. Lo que afecta significativamente la calidad de vida de los afectados y de sus familiares. Además de estos síntomas cognitivos, el Alzheimer también puede provocar cambios en el comportamiento de las personas que lo padecen. Así que es necesario fijarse en los primeros síntomas del Alzheimer.
Cambios en el comportamiento de una persona con Alzheimer
El comportamiento de una persona con Alzheimer puede variar significativamente de una persona a otra. Pero en general se observan ciertos patrones comunes.
1 Agitación
Uno de los cambios más comunes es la agitación, que puede manifestarse a través de la irritabilidad, la inquietud o la agresividad. Esto se debe a la confusión y la frustración que experimentan las personas con Alzheimer al no poder recordar eventos pasados o reconocer a sus seres queridos.
2 Apatía
Otro comportamiento común en las personas con Alzheimer es la apatía. Es decir, la falta de interés o motivación para realizar actividades que antes le resultaban placenteras. Esto puede deberse a la pérdida de la capacidad de planificar y llevar a cabo tareas cotidianas. Así como a la dificultad para comunicarse con los demás.
3 Cambios bruscos del estado de ánimo
Además, las personas con Alzheimer pueden experimentar cambios en el estado de ánimo, alternando entre la tristeza, la ansiedad y la depresión. Estos cambios emocionales pueden estar relacionados con la frustración de no poder recordar cosas. Con la incomodidad de depender de otras personas para realizar tareas básicas o con la sensación de pérdida de control sobre su vida.
4 Desinhibición
Otro comportamiento frecuente en las personas con Alzheimer es la desinhibición. Es decir, la pérdida de filtros sociales que hace que expresen sus pensamientos y emociones de manera directa y sin rodeos. Esto puede resultar incómodo para los familiares y cuidadores. Pero es importante entender que se trata de un síntoma de la enfermedad y no de un comportamiento intencional.
5 Alteración de la percepción sensorial
Además de estos cambios en el comportamiento, el Alzheimer también puede provocar alteraciones en la percepción sensorial. Lo que puede llevar a las personas afectadas a experimentar alucinaciones o delirios. Estos fenómenos pueden ser muy desconcertantes tanto para la persona con Alzheimer como para sus familiares. Por lo que es importante contar con el apoyo de profesionales de la salud para manejarlos de manera adecuada.
Causas del Alzheimer
En cuanto a las causas del Alzheimer, aún no se conocen con certeza todos los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Se sabe que hay una componente genética, es decir que las personas con antecedentes familiares de Alzheimer tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, también se ha demostrado que hay factores ambientales y de estilo de vida que pueden influir en el riesgo de padecer Alzheimer, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial y el sedentarismo.
Además, se ha encontrado que el Alzheimer está asociado con la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, como la beta-amiloide y la proteína tau, que forman placas y ovillos que dañan las células nerviosas y dificultan la comunicación entre ellas. Esta alteración en el funcionamiento del cerebro es lo que provoca la pérdida progresiva de la memoria y otras funciones cognitivas que caracterizan al Alzheimer.
Alzheimer en geriátricos
Le invitamos a conocer qué es un geriátrico, sus servicios y cartacterísticas. El Alzheimer es una de las causas más frecuentes por las que las personas mayores ingresan en una residencia geriátrica. Las personas de la tercera edad que padecen esta enfermeda requieren de mucha atención y cuidados. Evidentemente una residencia geriátrica tiene servicios médicos, actividades y terapias llevadas a cabo por profesionales como psicólogos, terapéutas ocupacionales, fisioterapeutas, etc. Y gracias a ello es más fácil de combatir esta enfermedad en un geriátrico que en el domicilio familiar.
Conclusión
En resumen, el comportamiento de una persona con Alzheimer puede variar de una persona a otra, pero en general se observan cambios como la agitación, la apatía, los cambios en el estado de ánimo, la desinhibición y las alteraciones en la percepción sensorial. Estos cambios pueden ser muy difíciles de manejar tanto para la persona afectada como para sus familiares, por lo que es importante contar con el apoyo de profesionales de la salud especializados en el cuidado de personas con Alzheimer. Además, es importante buscar estrategias de prevención y mantener un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.