Se necesitan más camas en residencias de mayores en España
La sociedad española enfrenta un desafío demográfico sin precedentes. Con 9,6 millones de personas mayores de 65 años en el país y una proyección que supera los 11,7 millones para el año 2030, la necesidad de ampliar la infraestructura de atención en residencias de la tercera edad es crítica. Descubra la situación actual de las residencias de mayores en España, el déficit de camas, la inversión necesaria y el coste de vivir en estas instalaciones.
La población envejece rápidamente en España, un fenómeno que se observa en otros países del sur de Europa. La tasa de cobertura actual de camas en residencias de mayores en España es del 4,1%, lo que se traduce en 4,1 camas disponibles por cada 100 personas mayores de 65 años. Esta cifra es alarmante, especialmente si se compara con la de Italia, donde la tasa es aún más baja, alcanzando solo el 1,9%. Juan Manuel Pardo, director de ‘living’ en la consultora internacional JLL, destaca la urgencia de abordar este déficit.
¿Por qué se necesitan más camas en residencias de mayores?
Según un estudio de JLL, se estima que España necesita construir 95,000 camas en residencias de mayores en el corto y medio plazo para satisfacer la creciente demanda. Esta expansión requeriría una inversión superior a 5,700 millones de euros. Las comunidades autónomas presentan un panorama desigual en cuanto a la disponibilidad de camas. Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia, Murcia, Canarias, Ceuta y Melilla son las regiones con ratios de cobertura más bajos, entre un 1,9% y un 3,1%. En contraste, comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura cuentan con una oferta más amplia, superando el 6%.
1.- Falta de inversión pública en residencias de mayores
La construcción de nuevas residencias de ancianos en España ha estado liderada principalmente por fondos de inversión tanto nacionales como internacionales. Durante el primer semestre de 2023, la inversión total en este sector alcanzó los 140 millones de euros, incluyendo residencias y activos sociosanitarios. Sin embargo, la tendencia de inversión se ha ralentizado debido al aumento de los tipos de interés, lo que ha llevado a los inversores a adoptar una postura cautelosa. Este parón en la inversión agrava aún más el problema de oferta existente en el sector.
2.- Subida de tipos de interés
La subida de los tipos de interés ha generado un impacto directo en la rentabilidad de las inversiones en residencias de ancianos. Actualmente, un fondo de inversión puede obtener una rentabilidad media del 5,25% al comprar y alquilar una residencia de ancianos, un aumento del 0,75% en comparación con el año anterior. Esta situación ha llevado a una caída significativa en la actividad inversora, que registró un descenso del 78% en el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo periodo del año anterior.
3.- Perspectivas futuras de la inversión
A pesar de la desaceleración actual, se espera que la actividad inversora se reactive una vez que se estabilicen los tipos de interés. Javier González Garrido, director de ‘Healthcare’ en JLL, menciona que la maquinaria de los inversores se pondrá en marcha rápidamente, lo que podría resultar en un aumento de transacciones en 2024 y 2025. Sin embargo, esto no resolverá el problema inmediato del déficit de camas en residencias.
4.- Aumento de los costes de vivir en una residencia
Un estudio de JLL también analiza los costes de vivir en una residencia de ancianos en las principales ciudades de España, como Madrid y Barcelona. En Madrid, una cama en una residencia cuesta de media 2,987 euros al mes, siendo más caro que en Barcelona, donde los precios de las residencias de ancianos en promedio son de 2,439 euros. Sin embargo, los precios varían significativamente dependiendo de la localidad. En la periferia de Madrid, como Majadahonda o Tres Cantos, los precios oscilan entre 2,505 y 2,909 euros al mes. Esta disparidad en los costes se refleja también en la capital catalana, donde localidades cercanas como Cornellá de Llobregat y Sant Cugat del Vallès presentan precios más altos.
5.- Consecuencias del déficit de camas
El déficit de camas en residencias de mayores no solo afecta a las personas mayores que necesitan atención, sino que también tiene un impacto en sus familias y en el sistema sanitario en general. La falta de recursos adecuados puede llevar a un aumento en la carga de atención informal sobre los familiares, quienes muchas veces se ven obligados a asumir la responsabilidad del cuidado de sus seres queridos sin el apoyo necesario. Esto puede generar estrés emocional y físico, así como repercusiones en la salud de los cuidadores.
6.- El papel del gobierno y las políticas públicas
Es fundamental que el gobierno y las comunidades autónomas adopten políticas públicas que fomenten la inversión en el sector de atención a mayores. La creación de incentivos fiscales para los inversores, la promoción de la construcción de nuevas residencias y la mejora de las condiciones laborales del personal que trabaja en estas instituciones son pasos necesarios para abordar el déficit de camas. Además, se deben considerar alternativas como la atención domiciliaria y las soluciones tecnológicas que faciliten el cuidado de los mayores en sus propios hogares.
Conclusión
Se necesitan más camas en residencias de mayores en España. Porque dar asistencia a la creciente población mayor es un reto urgente. Y debe abordarse con celeridad. Las proyecciones demográficas indican que la situación solo se agravará en el futuro cercano, haciéndose imprescindible la construcción de nuevas infraestructuras y la inversión en el sector. La colaboración entre el sector público y privado, junto con un enfoque centrado en las necesidades de las personas mayores, será clave para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la atención digna y adecuada que merecen en su etapa de vida.