Continuidad asistencial en el cuidado de los mayores
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Es una excelente noticia que la esperanza de vida promedio en nuestro país haya superado ya los 83 años. Sin embargo, esta cifra significa que las personas mayores de 80 años constituyen el 6% de la población española, una etapa de la vida que a menudo viene acompañada de enfermedades crónicas y problemas de movilidad. Esta situación demanda una mejor coordinación y definición de servicios entre el ámbito social y el sanitario, respaldada por los presupuestos adecuados. De forma que se invierta en la continuidad asistencial. A pesar de ello, la financiación pública no satisface las necesidades actuales y futuras de la sociedad.
De continuar por este camino, los datos son preocupantes: el 87% de los mayores dependientes no reside en centros especializados y su cuidado depende de familiares o de personal con escasos recursos. Es decir, la mayoría de personas mayores no cuenta con los servicios de residencias de mayores. Solo el 29% recibe prestaciones de ayuda a la dependencia, según el informe «Observatorio del sector sociosanitario privado», promovido por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS).
Sector de las residencias de mayores
El sector privado posee el 70% de las residencias y el 74% de las camas destinadas al cuidado de personas mayores. Lo cual contribuye significativamente a mejorar la calidad de vida de este grupo. Por ello, Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS, destacó en la presentación del informe el martes en Madrid. Que es esencial establecer una colaboración efectiva entre los sectores público y privado para abordar las desigualdades en la oferta de plazas residenciales.
Esto ayudará a disminuir la presión en los hospitales y la ocupación de camas en el Sistema Nacional de Salud, así como a crear un marco adecuado para la atención sociosanitaria e intermedia en centros que se dediquen a procesos de convalecencia, rehabilitación y cuidados paliativos.
1.- Plan de Acción
Con la información disponible, se facilita la elaboración de un plan de acción que optimice los cuidados de las personas mayores a medio y largo plazo, como se discutió en el coloquio posterior. Según Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS, «el acceso a residencias adecuadas y de calidad es fundamental para asegurar el bienestar de los mayores. Quienes a menudo enfrentan desafíos como la vulnerabilidad y la policronicidad.
Por ello, es primordial colaborar entre los distintos ámbitos de provisión, asegurando que todas estas personas puedan acceder a los servicios de atención a largo plazo que requieren y merecen en esta etapa de sus vidas». Patxi Amutio, secretario general de la Fundación IDIS, añadió que «el sector privado se enfoca en la innovación, desarrollando nuevos modelos de atención, convivencia y aseguramiento mediante la tecnología, con el objetivo de mejorar la sostenibilidad del sector en el futuro. Asimismo, se trabaja en áreas como la profesionalización, la continuidad asistencial y el impulso de redes de apoyo social entre los residentes».
En este contexto, Natalia Roldán, presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia, destacó la «necesidad de mejorar la coordinación e integración entre las diversas estructuras sociosanitarias. Ya que esto beneficiará la atención a las personas mayores».
2.- Futuro de la continuidad asistencial
Esta propuesta refleja una de las tendencias futuras en el sector. Ya que uno de los principales objetivos es acercar las residencias de mayores a los hospitales. Esto conlleva múltiples beneficios en la atención médica, facilita la coordinación entre los profesionales de la salud, ofrece acceso inmediato a servicios especializados y fomenta una gestión integral de la salud de los residentes. «Se pueden implementar pequeños gestos diarios en los hospitales que mejoren el cuidado de las personas mayores. Además, esta cercanía proporciona tranquilidad tanto a los residentes como a sus familias, al saber que tienen acceso a atención médica cercana y de alta calidad cuando lo necesiten», afirmó María del Mar Camuñez, geriatra de la Fundación Instituto San José de Madrid. «La proximidad física y la colaboración entre ambos tipos de instalaciones optimiza los cuidados y mejora la eficiencia en la atención», subrayó Amutio.
3.- Desafíos
Los ponentes coincidieron en que entre los desafíos que aún quedan por resolver está la necesidad de «profesionalizar la atención a domicilio. Haciendo que este sector sea más atractivo, así como enfrentar el reto de los recursos financieros», afirmó Amutio. Por su parte, Roldán subrayó que «lo ideal sería establecer un Pacto de Estado que permita transformar a largo plazo la atención sociosanitaria de las personas mayores. Ya que esto requiere cambios estructurales que perduren en el tiempo. Estamos hablando de un sector estratégico que no solo implica una inversión económica. Sino que también genera un retorno que enriquece a nuestra sociedad».
Conclusión
El aumento de la esperanza de vida en España, superando los 83 años, plantea desafíos en el cuidado de los mayores. Que suelen sufrir enfermedades crónicas y problemas de movilidad. La falta de coordinación entre los servicios sanitarios y sociales, junto con una financiación pública insuficiente, agrava la situación. Evitando la continuidad asistencial. A pesar de que el 87% de los mayores vive en casa, su atención recae en familiares o personal con pocos recursos. Y solo el 29% recibe ayudas a la dependencia.
El sector privado domina las residencias de mayores, con un 70% de las instalaciones y un 74% de las camas. Se enfatiza la necesidad de colaboración entre los ámbitos público y privado para mejorar la disponibilidad de plazas y aliviar la presión sobre hospitales. Un plan de acción se propone para optimizar los cuidados a largo plazo, asegurando acceso a residencias de calidad y fomentando la innovación en el sector privado. Se destaca la importancia de integrar las residencias con los hospitales para mejorar la atención médica y facilitar la coordinación entre profesionales de salud.
Sin embargo, se enfrentan desafíos como la profesionalización de la atención domiciliaria y la necesidad de recursos financieros. Los expertos sugieren la creación de un Pacto de Estado para garantizar la continuidad asistencial y transformar de manera duradera la atención sociosanitaria de los mayores. Reconociendo su relevancia estratégica para la sociedad.
