Impacto de las Fracturas de Cadera en Personas Mayores: Un Desafío Clínico y Social
Las fracturas de cadera en mujeres y hombres mayores representan un grave problema de salud pública. En España, se producen 330.000 fracturas anuales por osteoporosis, con una incidencia que aumenta con la edad. El impacto de las fracturas de cadera en mayores tiene unas consecuencias devastadoras: solo el 60% de los pacientes recupera la movilidad un mes después, y la mortalidad a los 30 días alcanza el 8,8%. Por lo que muchas familias necesitan encontrar residencias de mayores para sus seres queridos afectados por la rotura de cadera.
El perfil predominante es el de una mujer de 87 años, muchas veces con fragilidad cognitiva o dependencia previa. Antes de la fractura, el 82% caminaba de forma autónoma, pero tras el trauma, menos del 59% logra hacerlo, incluso con ayuda. Además, el coste sanitario supera los 1.591 millones de euros anuales, evidenciando la urgencia de mejorar su manejo.
A pesar de su gravedad, solo 83 hospitales en España (15%) cuentan con unidades especializadas. Los expertos, como la Dra. Pilar Sáez López, coordinadora del Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC), advierten sobre la necesidad de priorizar este problema en las políticas sanitarias, dada su creciente incidencia en una población cada vez más envejecida.
Consecuencias Clínicas y Funcionales
- Mortalidad y Dependencia. Las fracturas de cadera en ancianos conllevan una alta mortalidad intrahospitalaria (5%), que aumenta al 8,8% en el primer mes. Además, provocan un deterioro funcional irreversible: muchos pacientes pierden autonomía y requieren cuidados prolongados. Casi el 25% reside en residencias tras el episodio, incrementando la carga socioeconómica.
- Complicaciones Asociadas. La inmovilización prolongada deriva en úlceras por presión, infecciones respiratorias y trombosis. También se asocia a delirium y deterioro cognitivo, agravando el pronóstico. La anemia y la insuficiencia cardíaca son frecuentes, especialmente cuando la cirugía se retrasa más de 48 horas.
- Impacto Psicológico y Social. La pérdida de independencia genera depresión y ansiedad en los pacientes, mientras que las familias enfrentan un aumento del estrés y costes de cuidado. Esto subraya la necesidad de un enfoque multidisciplinar que incluya soporte psicológico y rehabilitación temprana.
Atención Sanitaria y Variabilidad en el Tratamiento de las Fracturas de Cadera en Mayores
Demora Quirúrgica y sus Efectos
La cirugía precoz (en menos de 48 horas) reduce complicaciones y mortalidad. Sin embargo, en España, solo el 46,6% de los pacientes son operados en este plazo. Hospitales como el Infanta Leonor de Madrid destacan por intervenir al 80% en 48 horas, pero otros presentan retrasos significativos.
Unidades Especializadas y Calidad Asistencial
Solo 15% de los hospitales españoles disponen de unidades geriátricas para fracturas de cadera. Estos centros logran mejores resultados: movilización precoz (87%) y prescripción de tratamientos osteoprotectores (66,7%), clave para prevenir nuevas fracturas.
Desigualdades Territoriales
Existe una gran variabilidad en la atención. Mientras algunos hospitales prescriben prevención secundaria al 66,7% de los pacientes, otros solo lo hacen en el 15%. Esta disparidad refleja la necesidad de protocolos estandarizados y mayor inversión en recursos.
Estrategias para Mejorar el Pronóstico
- Prevención Primaria: Combatir la Osteoporosis. La suplementación con calcio y vitamina D, junto a ejercicio de carga, reduce el riesgo de fracturas. Campañas de sensibilización y cribados densitométricos en mayores de 70 años son esenciales.
- Cirugía y Rehabilitación Tempranas. La movilización en las primeras 24 horas postoperatorias mejora la recuperación funcional. Programas de rehabilitación intensiva y seguimiento geriátrico disminuyen la dependencia.
- Refuerzo del RNFC y Políticas Sanitarias. El Registro Nacional de Fracturas de Cadera es vital para identificar áreas de mejora, pero su continuidad está en riesgo por falta de financiación. Urge un apoyo institucional sólido para garantizar su sostenibilidad.
Conclusión
El impacto de las fracturas de cadera en mayores queda claro y es un problema sanitario de primer orden, con altos costes humanos y económicos. Mejorar la prevención, acelerar la cirugía y homogeneizar la atención son pasos clave. Sin acción, el impacto empeorará con el envejecimiento poblacional. Invertir en recursos y unidades especializadas no es un gasto, sino una necesidad.
