Realidad Virtual para rehabilitación de mayores
El complejo gerontológico A Veiga, situado en A Pobra de San Xiao, dentro del municipio de Láncara, ha decidido dar un paso significativo hacia la modernización de sus servicios, al incorporar la realidad virtual (RV) como una herramienta innovadora para mejorar la salud y la calidad de vida de sus residentes. Este centro, enfocado en el bienestar de los ancianos, se ha dado cuenta de que la tecnología puede jugar un papel crucial en la asistencia geriátrica y ha implementado un programa de terapias no farmacológicas, utilizando la realidad virtual como aliado. Por lo que es un ejemplo claro del uso de tecnología para el cuidado de mayores dependientes.
Equipo de rehabilitación con Realidad Virtual
El equipo, que consta de gafas ajustables y mandos, permite a los residentes realizar una variedad de ejercicios diseñados específicamente para atender sus necesidades individuales. La personalización de las sesiones es uno de los aspectos más destacados de esta nueva implementación, ya que se puede ajustar la dificultad y el tipo de actividad según la condición física y las capacidades de cada paciente. Con esta metodología, se busca optimizar la terapia de cada anciano, contribuyendo a su autonomía, fuerza y equilibrio, áreas que son cruciales para su bienestar general.
1.- Adaptación a las necesidades de los mayores
El uso de la realidad virtual en el contexto geriátrico no solo se beneficia de la adaptación a las necesidades del paciente, sino que también integra un sistema de recolección de datos muy valioso. A medida que los ancianos participan en las sesiones, se recopila información sobre su desempeño y evolución. Esto significa que los terapeutas pueden monitorear el estado físico y mental de los residentes, además de ajustar el enfoque terapéutico según los resultados obtenidos. «Sumados aos datos que obtemos por outras vías, van proporcionar unha información moi valiosa para que a evolución dos pacientes sexa óptima», enfatizan los profesionales del centro, poniendo de manifiesto la importancia de un enfoque holístico e informatizado en el cuidado de la salud del anciano.
2.- Actividades interactivas
Las actividades que se ofrecen a través de la realidad virtual están diseñadas como juegos en espacios virtuales, donde los mayores pueden interactuar de forma activa. Esta gamificación de las terapias resulta ser un método altamente eficaz para estimular la movilidad. Según los expertos, «por iso é tan útil para a terapia ocupacional e a fisioterapia.» De esta forma, los usuarios, lejos de ver la terapia como una obligación, la perciben como algo entretenido y accesible, lo que a su vez fomenta su participación y compromiso con el programa. Este enfoque no solo mejora la adherencia a los tratamientos, sino que también contribuye a que los pacientes disfruten de un mejor estado emocional, un factor clave en el proceso de recuperación y mejora.
3.- Entorno seguro
La implementación de la realidad virtual está diseñada para llevarse a cabo en un entorno seguro, siempre bajo la supervisión de un terapeuta especializado. Este aspecto es fundamental, ya que, al tratar con una población vulnerable, se busca minimizar cualquier riesgo de lesiones o accidentes durante las sesiones. La formación continua de los profesionales involucrados es otro elemento esencial en este modelo de atención. Pablo Campos Prieto, fisioterapeuta y experto en envejecimiento, ha sido la figura central en la capacitación del personal, instruyéndoles sobre el uso eficaz de esta nueva tecnología en los programas de fisioterapia. Su investigación doctoral en programas de fisioterapia apoyados en realidad virtual ha sido la base para implementar prácticas exitosas que mejoran las capacidades físicas y cognitivas de los ancianos.
Conclusión
La experiencia acumulada en A Veiga, y en otros centros del grupo Serge, muestra que la realidad virtual tiene el potencial de convertirse en un paradigma en el cuidado geriátrico. La actividad que se desarrolla con estas herramientas no solo se limita a la rehabilitación física, sino que también puede incluir aspectos emocionales y sociales, convirtiendo las sesiones en un espacio de interacción y comunicación entre los residentes. En estos entornos virtuales, los ancianos pueden no solo trabajar en su movilidad, sino también relacionarse y divertirse, algo esencial para su salud mental y bienestar general.
De momento, cada centro de Serge ya cuenta con su equipo de realidad virtual, una inversión significativa que marca el inicio de un cambio hacia un modelo de atención más moderno y efectivo. Sin embargo, las perspectivas de crecimiento son prometedoras; los responsables de los centros ya han manifestado su intención de seguir ampliando y mejorando esta tecnología en el futuro. Esta visión a largo plazo subraya un compromiso firme con la innovación en el cuidado de los ancianos, demostrando que las opciones tradicionales pueden complementarse y enriquecerse con avances tecnológicos.
En conclusión, el complejo gerontológico A Veiga de A Pobra de San Xiao, al integrar la realidad virtual en sus terapias, se posiciona a la vanguardia en la atención geriátrica en España. Esta iniciativa no solo busca mejorar la salud física de los residentes, sino también su bienestar emocional y social, transformando la forma en que se concibe la colaboración entre tecnología y cuidado humano en un sector cada vez más necesario en nuestra sociedad.