La Federación de Mayores reclama a la Junta un modelo de financiación «justo» para residencias
La situación actual de las residencias de mayores en Andalucía ha despertado la preocupación de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM). Que ha solicitado a la Junta de Andalucía un nuevo modelo de financiación para residencias que garantice la sostenibilidad y la calidad de atención en estos centros. Descubra los principales puntos que justifican esta demanda y las implicaciones que tendría para el sistema de atención a personas mayores en la comunidad autónoma.
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La FOAM ha manifestado que una gran mayoría de las residencias en Andalucía se encuentra en una situación económica alarmante. Producto de lo que denomina «infrafinanciación» por parte de la Junta. Este problema no solo pone en riesgo la supervivencia de estas instituciones. Sino que también afecta directamente a la calidad de vida de los mayores que residen en ellas. Según la federación, es esencial que se realice un estudio exhaustivo sobre los costes de funcionamiento de estos centros para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
La necesidad de un nuevo modelo de financiación de residencias es apremiante. Ya que las actuales condiciones económicas no permiten a las residencias ofrecer una atención adecuada, innovadora y personalizada. En este sentido, la FOAM ha instado a la Junta a que se deje de lado la dependencia de mejoras puntuales que solo responden a criterios presupuestarios temporales y se establezca un análisis riguroso sobre los costes reales de los servicios.
Propuestas para un Modelo de Financiación de Residencias Justo
La FOAM ha delineado una serie de propuestas que consideran fundamentales para lograr una financiación justa y equitativa para las residencias. Entre estas, destaca la necesidad de que los costes de sostenimiento de los centros y servicios se actualicen de manera automática y permanente conforme al índice de precios al consumidor (IPC). Esta medida es crucial para que las residencias puedan adaptarse a las fluctuaciones económicas y mantener su operatividad sin comprometer la calidad de atención.
Además, se ha subrayado la importancia de tener en cuenta el incremento de los convenios colectivos que afectan a los profesionales que trabajan en estos centros. La calidad de la atención que reciben los mayores está directamente relacionada con las condiciones laborales de los empleados. Por lo que una mejora en la financiación también debería reflejarse en mejores salarios y condiciones laborales para estos trabajadores.
1.- La Realidad de las Residencias en Andalucía
Según estadísticas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en septiembre de 2022 había 650 centros residenciales para personas mayores en Andalucía, de los cuales 488 son privados (75,07%) y 162 públicos (24,93%). Esta situación plantea una clara necesidad de revisión del sistema de financiación. Ya que la actual asignación de recursos se ha demostrado insuficiente para cubrir las necesidades reales.
Uno de los puntos más críticos es el precio por plaza concertada en la región. Que a partir del 1 de mayo de 2023 se estableció en 60,92 euros por día. Esto coloca a Andalucía como la tercera comunidad autónoma que menos paga por este concepto. Solo superada por Castilla-La Mancha (52,88 euros) y Aragón (57,69 euros). La FOAM respalda la propuesta de la Federación Andaluza de Dependencia (FADE). Que sugiere un incremento del precio por plaza a 86,33 euros para poder garantizar una atención digna y adecuada a los mayores.
2.- Déficit de Plazas Residenciales
Otro aspecto preocupante es el déficit de plazas residenciales en Andalucía. Según la FOAM, la comunidad autónoma presenta una carencia de 32.759 plazas para mayores. Lo que limita el acceso a una atención adecuada para aquellos que la necesitan. Este déficit no solo refleja una falta de inversión en el sector. Sino que también pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más integral y sostenible para abordar las necesidades de la población mayor en la región.
La falta de plazas suficientes es un problema que afecta a muchas familias, obligándolas a buscar soluciones alternativas que a menudo no son adecuadas. Esto puede resultar en un aumento de la carga emocional y económica sobre los cuidadores familiares. Quienes a menudo se ven en la necesidad de asumir responsabilidades que no están capacitadas para manejar.
3.- Necesidad de un Pacto de Estado
La FOAM también ha hecho un llamado a la necesidad de impulsar un pacto de estado que garantice la viabilidad del sistema de dependencia en España. Este pacto debería contemplar la igualdad de derechos para todas las personas en función de su situación de dependencia, independientemente de la comunidad autónoma en la que residan. Para ello, es fundamental que el Estado incremente la financiación del nivel mínimo de protección. Que actualmente es abonado íntegramente por la Administración General del Estado (AGE).
Este incremento debería estar vinculado al número de personas en situación de dependencia que reciben una prestación efectiva. Con el objetivo de alcanzar progresivamente un 50% de financiación por parte de cada administración. Este modelo de financiación para residencias no solo beneficiaría a Andalucía. Sino que también podría servir como un referente para otras comunidades autónomas que enfrentan desafíos similares en la atención a personas mayores.
Conclusiones
La reclamación de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) a la Junta de Andalucía para la implementación de un nuevo modelo de financiación para residencias «justo» es una cuestión que trasciende el ámbito económico y administrativo. Se trata de garantizar el derecho a una atención digna y de calidad para las personas mayores en Andalucía. Un derecho que debe ser respaldado por una inversión adecuada y sostenida en el tiempo.
La situación actual pone en evidencia la necesidad de un cambio profundo en la manera en que se financian y gestionan las residencias para mayores. Es imperativo que tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central trabajen en conjunto para desarrollar un sistema que no solo aborde las necesidades inmediatas. Sino que también establezca un marco sostenible a largo plazo. Garantizando así una atención adecuada y digna a nuestros mayores.