Desigualdades de género en los ensayos clínicos: Un obstáculo para la equidad en la investigación médica
La representación equitativa de hombres y mujeres en los ensayos clínicos es fundamental para garantizar que los tratamientos médicos sean seguros y efectivos para toda la población. Sin embargo, un estudio reciente del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) y la Women’s Brain Foundation ha revelado diferencias significativas en la disposición a participar en ensayos clínicos, particularmente en investigaciones sobre la prevención del Alzheimer. Publicado en Alzheimer’s Research & Therapy, este trabajo subraya la necesidad de adaptar las estrategias de reclutamiento para abordar las desigualdades de género en los ensayos clínicos. Hay que recordar que el diagnóstico del Alzheimer provoca que las familias comiencen a buscar residencias de mayores para sus seres queridos.
Hallazgos clave: Las mujeres y su menor disposición a procedimientos invasivos
El estudio analizó la predisposición de más de 2.500 personas cognitivamente sanas (pertenecientes a la cohorte Alfa, impulsada por la Fundación «la Caixa») a someterse a diversos procedimientos médicos, como:
- Resonancias magnéticas.
- Punciones lumbares.
- Tomografías por emisión de positrones (PET).
- Evaluaciones cognitivas.
Uno de los resultados más relevantes fue que las mujeres solteras con mayor nivel educativo mostraron menor disposición a participar en procedimientos invasivos, como la punción lumbar. Esto sugiere que factores como:
- Mayor cautela en la evaluación de riesgos (asociada a un mayor nivel educativo).
- Experiencias negativas previas (como la anestesia epidural en partos).
- Redes de apoyo más limitadas (en el caso de mujeres solteras).
Estos factores influyen en su decisión de no participar. Lo que aumenta las desigualdades de género en los ensayos clínicos.
La infrarrepresentación histórica de las mujeres en ensayos clínicos
La Dra. Anna Brugulat, neuropsicóloga e investigadora del BBRC y líder del estudio, señala: «Históricamente, las mujeres han estado infrarrepresentadas en los ensayos clínicos en distintos ámbitos de la medicina, lo que ha limitado nuestra comprensión de cómo las enfermedades y los tratamientos pueden afectarlas de manera diferenciada.»
Esta falta de representación tiene consecuencias graves:
- Los efectos secundarios de medicamentos pueden variar entre géneros.
- Las dosis óptimas pueden diferir.
- Algunas enfermedades afectan más a las mujeres, pero los estudios no reflejan esta realidad.
En el caso del Alzheimer, esta brecha es especialmente preocupante, ya que:
- Dos de cada tres personas diagnosticadas son mujeres.
- Las mujeres asumen con mayor frecuencia el rol de cuidadoras.
- La enfermedad tiende a progresar más rápido en mujeres.
Factores socioculturales que influyen en la participación
Las diferencias en la disposición a participar no se deben únicamente a aspectos biológicos, sino también a factores socioculturales.
- Roles de cuidado familiar. Las mujeres suelen asumir mayores responsabilidades en el cuidado de familiares enfermos, lo que puede limitar su disponibilidad para participar en estudios clínicos.
- Nivel educativo y percepción del riesgo. Aunque en el estudio las mujeres con mayor educación mostraron más reticencia, en otros contextos, un menor nivel educativo puede asociarse con menor acceso a información sobre ensayos clínicos.
- Experiencias médicas previas. Procedimientos como la punción lumbar pueden generar mayor rechazo en mujeres que han tenido experiencias negativas con intervenciones médicas invasivas (ej.: partos con epidural).
Estrategias para promover una participación más equitativa
Para abordar las desigualdades de género en ensayos clínicos, los investigadores proponen:
1. Información clara y accesible
- Explicar detalladamente los beneficios y riesgos de los procedimientos.
- Utilizar lenguaje no técnico para facilitar la comprensión.
2. Alternativas menos invasivas
- Promover el uso de biomarcadores en sangre en lugar de punciones lumbares.
- Incluir tecnologías de imagen menos intrusivas.
3. Enfoques personalizados
- Considerar el estado civil y las redes de apoyo al diseñar ensayos.
- Ofrecer acompañamiento post-procedimiento para mujeres sin apoyo familiar.
4. Campañas de sensibilización
- Destacar la importancia de la participación femenina en la investigación.
- Trabajar con asociaciones de pacientes para generar confianza.
Conclusión: Desigualdades de género en los ensayos clínicos
La infrarrepresentación de las mujeres en ensayos clínicos no solo es una cuestión de equidad, sino también de eficacia médica. Si los estudios no incluyen suficientes participantes femeninas, los resultados pueden no ser aplicables a la mitad de la población. Estas desigualdades de género en los ensayos clínicos deben corregirse para conseguir más eficacia.
En el caso del Alzheimer, donde las mujeres son las más afectadas, esta brecha es aún más crítica. Adaptar los protocolos de reclutamiento, mejorar la comunicación y desarrollar métodos menos invasivos son pasos esenciales para garantizar que la investigación refleje las necesidades reales de todos los pacientes.
Como concluye la Dra. Brugulat: «Es fundamental abordar las preocupaciones específicas de las mujeres y ofrecer información clara sobre los beneficios y riesgos de participar en ensayos clínicos.» Solo con un enfoque intencionalmente inclusivo se podrá cerrar esta brecha y avanzar hacia una medicina verdaderamente personalizada y equitativa.
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